Este romántico destino, lleno de prados, lagos y bosques frondosos, está ubicado en la comarca de la Alta Ribagorça. En este valle el aire es limpio, fresco y el olor a campo lo invade todo. Vall de Boí es un lugar salpicado por pequeños pueblos de casas de piedra y tejados de pizarra que esconden entre sus tesoros el arte románico en iglesias patrimonio de la humanidad. Además, es uno de los accesos principales al parque nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, el cual ofrece a sus visitantes un paisaje de alta montaña único y excepcional.
La Vall de Boí es un municipio conformado por ocho pequeños núcleos de población de entre 9 y 200 habitantes cada uno. Sus paisajes de alta montaña y el clima extremo contribuyeron a que le valle se mantuviera en aislamiento durante muchos siglos.
Sin embargo, justo esto, aunado al carácter de sus gentes, las costumbres y las tradiciones, y su actividad económica, basada durante siglos en una ganadería de subsistencia, han logrado preservar casi intacto el territorio y sus riquezas naturales y culturales.
Arte y romanticismo
Durante los siglos XI y XII, en La Valle de Boí se vivió una importante actividad de obra y artística. Grupos de picapedreros, maestros pintores y talleres de artesanos levantaron, decoraron y mueblaron un conjunto de iglesias románicas excepcionales, luego declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO: Sant Climent de Taüll y Santa María de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulalia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, La Nativitat y Sant Quirc de Durro, Santa María de Cardet y la Assumpció de Coll.
Construidas bajo la influencia del románico lombardo, estas iglesias son edificios funcionales, de una o tres naves que se levantan con pequeños sillares de granito y se cubren con estructuras de madera o bóvedas de cañón. Por encima de ellas destacan sus campanarios: una vista de esbeltas torres de planta cuadrada que en tiempos antiguos cumplían una función de comunicación y vigilancia del territorio.
En el interior de las iglesias los conjuntos de pintura mural, los descendimientos de la cruz, las tallas y los frontales de altar llenaban los espacios de imágenes que exhibían los valores espirituales de la sociedad medieval.
Hoy, gran parte de estos bienes muebles se conservan en Barcelona, en el Museo Nacional de Arte de Catalunya, pero es en el Valle de Boí en el sitio para el cual fueron creadas y se mantienen copias de las originales.
De hecho, aunque no cuentan con las piezas originales, es aquí donde puedes pedir una visita guiada por las iglesias donde los guías te podrán contar su historia, mientras tu te sumerges como en un túnel del tiempo del lugar.
La ruta del romanticismo
Como ya dijimos, el pueblo está lleno de arte romántico. Sin embargo, hay algunos lugares que destacan y son perfectos para agregar a tu itinerario. El equipo conocedor de turismo de Camping Boneta, nos comentan cuáles son:
Sant Climent de Taull
Al llegar a Taüll Vall de Boí, te dará la bienvenida nada más y nada menos que la magnífica iglesia de Sant Climent de Taüll, la cual se destaca como la más fotografiada. De hecho, mirarla es como retroceder siglos atrás:
- La iglesia se levanta sobre un templo en el Siglo XI.
- El Cristo Majestad de Taüll es la famosa imagen representativa del Románico del Vall de Boí.
- En 1970 se le hizo una restauración.
- Es la única Iglesia de Europa donde se puede ver una proyección de sus antiguas pinturas con la reproducción virtual por video Mapping.
Además, adentrarse en el pequeño y encantador pueblo de Taüll es toda una experiencia. Aquí es muy característico las torres de los campanarios, que se elevan orgullosas en este entorno natural, como las de El Pont de Suert. Así vamos caminando hasta llegar a la Iglesia Románica de Santa María. Otra obra también del románico con el encanto característico de este tipo de arte que enamora a todos los viajeros.
Iglesia Románica de Santa María
La visión de esta iglesia, las calles empedradas a su alrededor, además de las típicas casas de madera y piedra del pueblo de Taull es una visión cautivadora.
Esta pertenece también al grupo de las 9 Iglesias Románicas Catalanas del Vall de Boí patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Esta, en particular, es de planta basilical con tres naves y tres ábsides. Pero lo que más resalta de ella es su gran torre campanario de cinco pisos que está un poco torcida.
Sant Feliu de Barruera
Pasando por la carretera de L-500 desde Barcelona o Lérida, las primeras dos iglesias de la ruta románica que encontrarás son la Asunción del Cóll que lamentablemente siempre está cerrada y luego la Santa María de Cardet, de la cual ya te hablamos, pero que cabe acotar, solo abre sus puertas al público en Agosto. Por lo tanto, la primera iglesia patrimonio que encontrarás en Vall de Boí es la iglesia Sant Feliu de Barruera.
Esta está situada en el pueblo de Barruera, al lado de la carretera. En sus dos ábsides se pueden reconocer elementos típicos de los dos monumentos más importantes del románico. El ábside del siglo XI cuenta con bandas lombardas, arcos ciegos y formas irregulares, mientras el estilo del ábside del siglo XII es mucho más simétrico y ordenado.
Nativitat de Durro
Cuando vienes a la Vall de Boí desde Barruera, tendrás que coger el desvío a la derecha, la Carretera de Durro que sube a este mismo pueblo. Tomando este camino encontrarás la monumental iglesia de la Nativitat.
Esta iglesia es bastante impresionante debido a sus proporciones y su nave tan grande, sin contar su campanario tan alto, que se antoja enorme en un pueblo tan chico. Además de su impresionante tamaño, la iglesia cuenta con elementos del gótico y del barroco muy interesantes.
Sant Quirc de Durro
Dejado atrás el pueblo y continuando la subida por la montaña de Durro, llegarás a una pequeña ermita llamada Sant Quirc de Durro.
Se trata de una construcción pequeña del siglo XII, nada fuera de lo común, y además te adelantamos que no se puede visitar en el interior. Lo que vale totalmente la pena del viaje son las vistas desde el lugar, a las que se les conoce como las mejores que ver en la Vall de Boí. Además es un lugar donde estarás probablemente solo, por lo que lo convierte en un lugar casi mágico para meditar y alejarse un poco del caos de la vida diaria, e incluso, imaginar cómo era aquella época cuando estas iglesias eran instituciones que daban importancia a estos pequeñitos pueblos.
Santa Eulàlia d’Erill la Vall
Para seguir con la ruta románica, tendrás que volver a bajar a la carretera L-500 y dirigirte hasta el siguiente pueblo, Erill la Vall. Aquí podrás ver la iglesia Santa Eulàlia d’Erill la Vall que cuenta con lo que puede ser el campanario más impresionante de la Vall de Boí, el cual es digno de una visita.
Parque Nacional de Aigüestortes
Otro de los atractivos turísticos de La Vall de Boí es el Parque de Aigüestortes el cual ofrece infinidad de diferentes rutas para todos los niveles.
Pueblos vecinos
Todos los pueblos del Valle de Bohí tienen un encanto especial por lo que es muy recomendable agregar todos los que puedas, o al menos uno de ellos, a tu itinerario.
Camino de la Santeta
El Camino de la Santeta es una ruta corta de 15 minutos por un camino de tierra que nos lleva a un mirador con unas impresionantes vistas sobre el Valle. Tiene una distancia de 1,2 Kilometros y un desnivel de 90 metros, y es apta para todos los públicos.