El maravilloso fin de semana de casa rural que nunca podré olvidar

Recuerdo que estaba en los últimos años del Instituto cuando comencé a escuchar eso de “¿nos vamos de casa rural?” Hasta entonces lo único rural que conocía era la Caja Rural y por supuesto los viajes que hacíamos al pueblo de mi padre en la Castilla más profunda que eso sí que era rural. Sin embargo a finales de los años 90 se comenzó a poner de moda eso de irse de casa rural. Que no era más que buscar una casa que estuviera en un pueblo perdido, llevar bebida y comida, y pasarlo muy bien con los amigos.

Pues la verdad es que un tipo de turismo que ha calado y que llegó para quedarse. Ahora mismo no hay pueblo pequeño que no cuente con un par de casa rurales. Además, este sector se ha sabido amoldar a los nuevos tiempos y lejos de quedarse atrás ha sabido ir poco a poco dándole toques para alcanzar a más clientes. Y es que, sirva como ejemplo, que esos amigos que éramos del instituto, ahora nos hemos casado, hemos tenido hijos y sí, seguimos quedando para hacer estas escapadas.

Eso sí, todo ha cambiado mucho. Recuerdo las primeras a las que íbamos que no había casi calefacción ni televisión ni nada. Luego con la llegada de Internet y con esto de poder valorarlas en diferentes páginas, está claro que se pusieron las pilas y han llegado todas las comodidades. Por eso mi padre siempre dice que eso no es ir de casa rural. Que lo rural es ir a pueblos abandonados, sin luz y casi casi que tengamos que cultivar nosotros la comida.

Puedo decir que he estado en más de 40 casas rurales, ya os digo que las dos o tres escapadas por año no nos las quita nadie. Además se puede añadir casas rurales que alquilamos para despedidas de solteros o simplemente con mi pareja para desconectar del día a día. Por eso, me considero un experto en esto de las casas rurales, ahora bien,  os puedo decir que como la que he conocido en mi último viaje no he estado en ninguna igual. Como sé que para esto de las casas rurales el boca a boca es muy importante. Os voy a decir cómo fue mi última escapada. Aunque es cierto que como experto en estas lides, yo siempre le digo a un amigo mío, sí, de esos del instituto que no me gusta recomendar casas porque luego voy a alquilarlas y están alquiladas. Bromas aparte, tomad nota de mi última escapada porque como os indico en mi titular, nunca podré olvidar.

EL nombre ya invita a pasarlo bien, ¿verdad? Se llama el Balcón del Pirineo  y son apartamentos rurales con jacuzzi en la habitación, situados en el corazón del Pirineo Aragonés. Creo que es un paraíso porque es una de las partes más bellas de España y que no mucha gente conocer. En concreto está situada en Buesa, que es la típica aldea pirenaica situada en un enclave precioso a un paso del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, sí, esto seguro que es os suena por la famosa serie de TVE, a mí también, del valle de Bujaruelo, del Cañón de Añisclo y de algunos de los pueblos más bonitos del Sobrarbe.

Además es una casa de las que apuesta por la sostenibilidad, con captadores solares, caldera de biomasa, cargador para coches eléctricos y en su restaurante, también llamado Balcón del Pirineo, productos de proximidad o artesanos. Una de las mejores noticias es que los perros son bienvenidos, nosotros tenemos a nuestro Furia que siempre va con nosotros, pero no en todos los sitios puede estar.

Para mayores y pequeños

Yo recuerdo que estuve en un apartamento de una habitación con jacuzzi. En mi caso era para tres personas, porque fuimos con mi hija. Pero es de esos lugares que son ideales para una escapada romántica inolvidable. Los apartamentos cuentan con TV con DVD, cocina completamente equipada con lavadora, microondas, lavavajillas y cafetera Nespresso.

Pero hay mucho más. En el jardín, que es de uso común, hay una zona ajardinada con barbacoa cubierta, donde no hicimos unas carnes a la brasa, después de una excursión por Ordesa que todavía recuerdo.  Además es un lugar perfecto para los niños porque hay una zona de juegos en el jardín con toboganes y columpios. Todavía recuerdo como mi Mirella se lo pasó en grande.

Y lo que más me gustó fue el entorno en el Pirineo de Huesca, es ideal para el disfrute de multitud de rutas y prácticas de bicicleta, no en vano puedes hacer incluso rutas que se han hecho en etapas del Tour de Francia. La verdad es que la casa rural que siempre recordaré.

La experiencia de comprar souvenirs

Los souvenirs tienen un significado especial que va más allá de su función práctica. Son pequeñas cápsulas de memoria que nos conectan con los momentos vividos en un lugar específico, evocando emociones y

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