Turín es una ciudad espectacular que merece la pena visitar. En el caso el viaje se debía a nuestro hijo, que iba a realizar las pruebas con el equipo juvenil de la Juventus de Turín. Para él que es un fanático del fútbol y que además se compra todos los años la camiseta del equipo en Marianssport, una tienda de botas de fútbol y equipación bastante económica, es todo un sueño la oportunidad que se le presentaba y que ha conseguido, ingresar en la Academia de la Juventus.
Una vez hechas las pruebas un viernes por la mañana, lo que hicimos fue salir a descubrir la ciudad. En ella podemos ver como la modernidad se fusiona con lo tradicional. Desde luego que no es una ciudad aburrida. Puede uno visitar desde sus hermosas cafeterías hasta las tiendas de alto standing de la Plaza San Carlos o Vía Roma.
No queríamos perdernos algunos museos, los tres que más nos atraían eran el Museo Egipcio, uno de los más importantes del mundo, el Museo del Cine, que está en la Mole Antonelliana que es el símbolo de la ciudad y el Museo del Automóvil. En cuanto al turismo artístico, merece la pena visitar la Catedral de estilo renacentista y la Capilla del Manto Sangrado, de lo mejorcito del barroco.
Si buscamos edificios de tipo civil, merece la pena visitar Palacios como el de Madama, Carignano o el Real. La ciudad tiene auténticas joyas como la Pinacoteca de Agnelli, donde se pueden admirar en la estructura del Lingotto, las que tiene la Galería Sabauda o las ricas colecciones de armas en la Armería Real que también merecen una buena visita.
Cuando uno piensa en Italia, los romanos suelen venirse a la mente y Turín no es de las ciudades que más patrimonio tiene de ellas, pero sí que se puede encontrar. Destaca en este sentido la Puerta Palatina, que es de los escasos restos y el Parque del Valentino.
En las colinas que rodean esta ciudad tenemos la Basílica de Superga, que es un santuario de gran importancia donde se pueden admirar los sepulcros de la familia Saboya.
Mas atractivos en Turín o en las proximidades
Destaca el Sacro Monte de Belmonte, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, el cual tiene un alto valor desde el punto de vista religioso, artístico y natural. En esta lista de la Unesco podemos encontrar varias residencias de la familia Saboya, que es posible visitar siguiendo una ruta histórico-artística desde los palacios reales de Turín, pasando por Villa de la Reina, Borgo Castello en el Parque La Mandria, el Palacio Real de Venaria, etc.
Algo que merece la pena ver sin duda es el Val di Susa, una zona de los Alpes, donde podemos ver pueblos como Ivrea, Chieri, Pinerolo, etc.
Nosotros, si os gustan los deportes de invierno y la nieve, os recomendamos visitar las instalaciones que se realizaron para las Olimpiadas de Invierno de 2006. Existe más de un centenar de kilómetros de pistas para que todos los aficionados al esquí y a los demás deportes invernales pueden pasarlo de lujo.
El turismo de naturaleza en estas zonas también está garantizado, ya que desde trekking, escalada, mountain bike o simplemente unos tranquilos paseos por esta zona es todo un deleite para los que adoran los paraísos naturales.
En el sur de Turín, sus colinas son también otro buen punto de contacto con la naturaleza, pudiendo dar largos paseos en bicicleta o a caballo. Un gran número de viñedos se extienden por la zona e incluso los ríos que circundan esta zona son un buen motivo para montar en canoa o hacer rafting.
En cuanto a las fiestas, merece la pena visitar la ciudad cuando se celebra el Salón Internacional del Libro o las fiestas patronales con el desfile de la fiesta de San Juan de Turín. Los más golosos, tienen la manifestación de Cioccolató donde suelen reunirse cada año los maestros chocolateros.
Como puedes ver, Turín es mucho más que la ciudad de la fábrica Fiat y de la industria, tiene mucho más que ver y aunque no tenga el patrimonio de Roma o Florencia, sí que es otro destino destacado. La ciudad sorprende a los visitantes y por eso la recomendamos
