Muy poca gente puede irse cada año de vacaciones. De hecho, ni siquiera la gran mayoría de las personas puede salir fuera de sus fronteras para descubrir el vasto mundo. Yo por ejemplo es algo que no puedo hacer debido a mis escasos recursos. Sin embargo, tengo el sueño desde que soy niño de ir un día al Caribe, pero como mi presupuesto me lo impide, he decidido pues recrear en mi terraza una especie de pequeño Caribe a mi manera.
En efecto, como tengo una pequeña terraza y que vivo en el Mediterráneo donde el clima es más bien bueno, encargué hace unas semanas en la tienda online Dismobel un salón de jardín maravilloso llamado Drone de las colecciones de Skyline que utilizan sólo materiales textiles de altísima calidad como Viro, Raucord Rehau, Ecolene & Polystrand para conseguir productos resistentes a la intemperie además de ser sumamente bonitos. Hay que saber, en efecto, que esas fibras sintéticas permiten nuevos diseños de muebles de gran resistencia, seguros para el medio ambiente y reciclables al 100 %. Estos detalles para un ferviente ecologista como yo son para mí fundamentales. Con lo cual, cuando estuve mirando la selección de muebles que proponía esta reconocida tienda de muebles avalada por más de 50 años de experiencia en el sector del hábitat, de la distribución de muebles de las mejores marcas y fabricación de muebles a medida, supe casi de inmediato que ahí encontraría lo que buscaba.
Y así fue… En mi terraza tengo ahora mi pequeño Caribe. Para quien no lo sepa o no lo tenga muy claro, el Caribe es una región que está conformada por el mar Caribe. Dicha región se encuentra al sureste de América del Norte, al este de América Central, así como al norte de América del Sur. Como lo podéis comprobar borda muchos países: Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Haití y Jamaica. En cuanto a las islas que rodean al Caribe: Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, los departamentos de ultramar franceses (Guadalupe, etc.), las Dependencias de América (las Islas Vírgenes, etc.), las dependencias de Reino Unido (Bermudas, etc.), Granada, San Cristóbal y Nieves, Trinidad y Tobago y tantas otras más, éstas son sencillamente espectaculares y ofrecen unos de los paisajes más bonitos y paradisiacos que se puedan ver y contemplar en el mundo.
Un paraíso lejano y perdido…
Al leerme, os preguntaréis seguramente por qué hablo de esta manera y con tanto amor de un lugar en el que no he ido nunca, y sencillamente os contestaré que mis antepasados eran de allí y que de niños, mi abuela paterna nos hablaba mucho a mis hermanos y a mí de aquel paraíso lejano y perdido que tanto añoraba. Ella era de Cuba, pero había viajado mucho durante la revolución y conocía bastante bien toda aquella zona. Por ello, cuando hablaba de su tierra lo hacía siempre con mucha nostalgia pero también con mucho cariño. ¡Le echaban chispas entonces los ojos! Supo transmitirnos a todos nosotros su amor por el Caribe.
Yo, está claro, que algún día iré para allá. Aunque, de momento no pueda cumplir mi sueño, sé que tarde o temprano lo haré. Pero, no quiero ir unos pocos días sino recorrerme todo el territorio con calma y tiempo. Por esa razón, estoy ahorrando para conseguirlo. En fin, de momento estoy aquí y tampoco estoy tan mal… Y lo que hago es disfrutar del buen tiempo y del calor valenciano en mi fabuloso salón de jardín al más puro estilo tropical comprado en la increíble y excelente tienda online Dismobel, donde gracias al amplio catálogo de muebles con las últimas tendencias en muebles y decoración que tienen pude encontrar lo que buscaba a un precio justo y con una calidad indiscutible. Así pues, he conseguido darle a mi terraza aquel estilo y personalidad propios que deseaba, al recrear en ella un pequeño y peculiar Caribe en el que me encanta disfrutar del buen vino o del frescor de la tarde con un buen vino o copa y leyendo un libro o soñando simplemente y pensando en el día en el que por fin podré ir hasta la tierra paradisíaca de mis antepasados. ¡Qué ganas!