Siempre he sido una enamorada de Francia, principalmente por sus castillos, así que a mi novio se le ocurrió regalarme un viaje de ensueño haciendo un recorrido por algunos de los pueblos más bonitos y con los mejores castillos.
Empezamos el viaje disfrutando de una noche de hotel en Barcelona en el Boria, un edificio con carácter y siglos de historia, ubicado en pleno barrio de el Born de Barcelona, quería que empezáramos el viaje con una estancia en un auténtico barrio medieval.
El resto de la estancia lo había preparado para alojarnos en una típica casita de la campiña francesa y lo había hecho haciendo uso de una plataforma de Intercambio de Casas.
Recordaba haber visto una película de Kate Winslet en la que intercambiaba su casa inglesa con la del personaje que interpretaba Cameron Díaz que vivía California, pero pensaba que era cosa de películas americanas. Aunque, ya de aquella había pensado que me parecía una idea interesante para ahorrar en alojamiento al viajar.
Mi novio fue más perspicaz y se enteró de cómo hacerlo, y así lo hizo como la Winslet pero con un destino más cerquita.
Cómo Intercambiar tu Casa para Viajar
Cambiar tu casa con otras personas que residen en el destino al que quieres ir es una opción interesante que podemos probar. De este modo, tú vives en la residencia durante las mismas fechas que ellos viven en la tuya. Así ahorras por completo el coste del alojamiento.
Además, el uso de este tipo de plataformas es muy sencillo, tan solo hay que darse de alta en alguna de las muchas webs que ofrecen este servicio, por lo que cobran una comisión anual que es el único gasto.
Los destinos donde hay más ofertas son EEUU, Canadá, Australia, España, Francia, Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Italia y Holanda.
Así fue como mi novio consiguió que pasáramos dos semanas alojados en una preciosa casa cerca de Toulouse desde donde hicimos nuestra ruta por muchos de los pueblos más bonitos del sur de Francia.
Mientras que nosotros nos alojábamos allí, la pareja que vivía en nuestra casa francesa pasaba dos semanas estupendas en Menorca. Y sí, lo teníamos fácil al ser mi novio menorquín y tener una casa muy apañada en uno de los destinos turísticos más populares.
Si bien, el nuestro era un viaje diferente, un viaje para descubrir la belleza del sur de Francia, de sus pueblos enmarcados en paisajes entre montañas y valles. Pueblos con casas medievales de piedra que es extienden, a veces, en una única calle como es el caso del pueblo de Najac.
El que, sin duda, fue el plato fuerte del viaje fue Carcasona, la gran ciudad medieval con su imponente fortaleza. Este legado de la Edad Media que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Con más de 2500 años de historia, es uno de los lugares más emblemáticos de esta región, con razón ha sido escenario de muchas de las películas de Robin Hood.
También cabe señalar la Bastide de San Luis, donde se encuentra la estación ferroviaria, unida a Carcasona por el puente Viejo.
En un paseo por la Bastide de San Luis se puede ver el palacete, así como visitar la iglesia de Saint Vincent.