Poco queda ya de ese eterno debate sobre si acudir al dentista es un lujo o una necesidad. Lo cierto es que es ambas cosas. En según qué situaciones, acudir al dentista puede ser un lujo, los costes, todos sabemos, son elevados y la sanidad pública no cubre la mayoría de los tratamientos. Sin embargo, poder visitar al dentista, es una necesidad e incluso, un derecho. Por lo tanto, el debate no procede, se trata de una extraña paradoja sobre la salud. Puesto que, no hay que olvidar que gozar de una buena salud bucodental, supone gozar de una buena salud en general.
Como fuere, lujo o no, el dentista es un especialista con el que hay que contar. Dado que se trata de un profesional dedicado al cuidado de nuestra salud, resulta esencial contar con uno que sea bueno. Eso sí es un lujo. Encontrar al dentista adecuado que trate a nuestra dentadura como su fuera la suya, no sea abusivo en los precios y proporcione la confianza necesaria. Como este es el verdadero lujo, nos hemos propuesto escribir un artículo sobre las claves para encontrar a ese dentista excepcional que se convierta en nuestro referente.
Saber si estamos ante un buen profesional es determinante a la hora de confiar en el dentista que tenemos delante o no. Sobre todo en aquellos casos en los que asistir a consulta genera ansiedad o temor. En estas circunstancias, resulta indispensable saber en qué manos te encuentras. Además de profesionalidad, existen otros factores que permiten identificar si el dentista es bueno y se puede confiar en él como especialista. Para determinar si el profesional es adecuado hay que tener en cuenta algunos aspectos que van a proporcionar la información necesaria a la hora de tener claro si el dentista en cuestión, va a convertirse en nuestro dentista.
Más allá de la especialización
A la hora de elegir a un profesional, lo más lógico es buscar uno que no haga sentir dolor y realice los tratamientos con éxito y sin complicaciones. En este sentido, cualquier profesional especializado y con algo de destreza, es perfectamente capaz de cumplir ambos objetivos. No obstante, existen otra serie de aspectos que hay que considerar por parte de los pacientes, puesto que, aunque sea a un nivel inconsciente, se valoran algunos detalles a la hora de determinar si el dentista es bueno o malo.
Evaluar un conjunto de factores es primordial para encontrar a ese dentista que nos haga sentir en buenas manos. Lo más aconsejable en estos casos, es dedicar un tiempo para encontrar esa clínica y no elegir la primera que nos aparezca en el buscador. Nuestros amigos de la Clínica Dental Mesiodens lo ratifican: evaluar antes de elegir. Para hacerlo como corresponde, hay que valorar los siguientes aspectos.
La comodidad es algo que nos gusta, sobre todo a la hora de acudir a ciertos lugares. Evitar desplazamientos engorrosos, largos trayectos y lugares remotos, es uno de esos factores a considerar. La primera acción, por lo tanto, debe ser localizar clínicas cercanas al domicilio o el trabajo. Las clínicas dentales que ofrezcan facilidad en el acceso, ya sea en transporte público o privado o, mejor aún a pie, cuentan con un plus añadido. Esto es esencial, sobre todo cuando se trata de tratamientos que requieren varias visitas periódicas. Si se encuentra un dentista de confianza, que la distancia no sea una pega.
Tener en cuenta las recomendaciones de los conocidos o las opiniones de otros pacientes, ayuda sobre manera a encontrar a ese profesional de confianza. Tanto los familiares como los amigos o compañeros de trabajo, transmiten la confianza necesaria en estos casos. Si a ellos les va bien, a ti, seguro que también. Contar con varias referencias favorables diferentes es buen síntoma, por lo que informarse in situ, es el paso siguiente, para conocer al equipo de profesionales que forman parte de la clínica.
Como bien sabemos, la odontología es cada vez más amplia, los servicios que ofrece aumentan y se especializan cada vez más. De ahí que buscar un centro con especialización exclusiva, puede ser esencial en según qué casos. Desde la ortodoncia generalista hasta la odontopediatría, pasando por la estética dental, cada profesional se centra en una de estas ramas. Por lo que debemos tener en cuenta que un dentista, por bueno que sea, no puede realizar todos los tratamientos con la misma eficacia y eficiencia.
Durante la búsqueda se encontrarán desde pequeñas clínicas, hasta centros especializados o consultas con diferentes especialistas dentro del equipo. Da igual en qué lugar se encuentre el profesional más adecuado para ti, pero debe contar con la especialización adecuada para tu caso o, derivarte al especialista necesario.
Una de las ventajas que tiene esta búsqueda es el hecho de que, por lo general, la mayoría de clínicas dentales, ofrecen una primera visita gratuita. De manera que durante la consulta, no solo te hacen un diagnóstico profundo y detallado de tu salud bucodental, te permite conocer al profesional y establecer una relación con él. Esta primera toma de contacto, permite saber si se trata de tú dentista o tienes que seguir buscando.
A raíz de esta primera visita, puedes determinar numerosas cosas. Si se cumplen los estándares de trato humano y equipo necesarios, la limpieza, las pruebas diagnósticas, la higiene en general, los materiales utilizados, etc. El trato personal debe ser excelente, con un equipo de personas respetuosas, amables y comprensivas a la hora de resolver dudas o miedos. El equipo de diagnóstico y tratamiento debe ser innovador y moderno, lo que permite elaborar el plan de tratamiento adecuado y, por supuesto no puede faltar una excelente higiene y limpieza.
Otras consideraciones
Como decimos, la odontología no debe ser un lujo. El lujo es contar con un buen profesional. Aun así, hay que valorar los costes. Las facilidades de financiación y pago, deben estar presentes, puesto que, como bien sabemos, algunos tratamientos, son costosos. Si el tratamiento necesario es de los que tienen costes elevados, encontrar una clínica que cuente con opciones de financiación, puede ser determinante. En este sentido hay que consultar en la clínica en cuestión, si la financiación tiene intereses, si procede directamente de la clínica o es a través de terceros. Si ofrecen facilidades y opciones, más a su favor.
Este aspecto nos lleva sin duda, a otro de los factores más importantes a la hora de elegir la clínica y el dentista más adecuado. Se trata del precio y el presupuesto. Si nos financian el tratamiento genial, pero hay que saber los precios antes de nada. No se trata en este aspecto de si estamos ante un dentista caro o barato. Algunos dentistas que parecen baratos, son al final, más caros. Las ofertas gancho, resultan no ser tan buena idea como parece. En la mayoría de los casos, se trata de ofertas engañosas o que no cumplen los estándares de calidad necesarios, por lo que el resultado, no es el deseable.
Por lo tanto, llegado el momento, hay que exigir un presupuesto completo, en el que se detallen todos los procedimientos que deben realizarse. Al mismo tiempo, una explicación detallada de cada tratamiento, donde se resuelvan las dudas, es imprescindible. Al hablar con el profesional mientras explica todo lo necesario, puedes hacerte una idea del trato que vas a recibir y el tipo de profesional que tienes delante. Con toda esta información, es más fácil elegir.
Evidentemente, no basta con un solo presupuesto y una sola visita. Hay que acudir a varios profesionales para poder valorar con mayor precisión. Salvo que sigamos alguna recomendación o lo tengamos claro desde el primer momento, todos los aspectos a tener en cuenta, se deben valorar en consecuencia de varias visitas.
En resumen, encontrar un buen profesional de la odontología es el mayor lujo. No por que cuente con una clínica avanzada tecnológicamente y con todo tipo de detalles vanguardistas o tengan salas de espera del más alto nivel. No se trata de esa clase de lujo. Se trata de que la salud bucodental, se relaciona de forma directa con la salud en general. Los problemas como las caries, gingivitis o infecciones sin tratar, pueden llevar a complicaciones más graves, afectando a otras partes del organismo. Por lo que contar con un buen dentista y que este, sea de confianza, no es un lujo. Es una necesidad.
Un buen profesional de la odontología, no se limita a resolver los problemas puntuales que nos llevan a la consulta. Se ocupa de prevenir las futuras complicaciones o problemas que puedan surgir, mediante las convenientes revisiones periódicas y el asesoramiento adecuado y personalizado. Además de disponer de equipos modernos y técnicas actualizadas que garantizan los tratamientos más eficaces y menos invasivos.
A todo esto, hay que sumar la comodidad y confianza que se debe depositar en el dentista, aspectos clave para que los tratamientos se cumplan y realicen como corresponde. Si te sientes cómodo y a gusto en la consulta, resulta mucho más fácil mantener la rutina de visitas periódicas. Algo esencial para evitar las sorpresas desagradables que se producen en las bocas mal cuidadas. Por lo tanto buscar y encontrar el mejor profesional de la salud bucodental, resulta indispensable.





